lunes, 16 de enero de 2012

Viaje a Tailandia (Capítulo 4: Kanchanaburi - Erawan Park - Ayuthaya).

Esta jornada la empezamos muy temprano ya que desde Bangkok a Kanchanaburi (que era nuestro primer destino del día) nos esperaba un largo trayecto lleno de buenas sorpresas; decidimos coger una furgoneta entre los seis ya que el alquiler (con chófer incluido) nos salía por sólo 1200 TBH por pareja, así que si negociais el precio con distintas agencias (privadas o la del mismo hotel donde estéis hospedados) podéis contratar algún vehículo para compartir a un precio interesante.
 

En la primera parada del día (Kanchanaburi) nos esperaba con el sorprendente Puente sobre el Rio Kwait muy conocido por la película bélica con el mismo nombre ganadora de 7 Oscar y 3 Globos de oro (entre otros galardones).



Además de ver el sobrecogedor cementerio, muy cercano al puente, donde reposan los mas de 200 caídos (todos ellos prisioneros ingleses, australianos y holandeses) durante la construcción de dicho puente por parte de los contínuos bombardeos de las tropas estadounidenses.


Aquí recibí la primera sorpresa del día ya que entre los comercios colindantes al puente había un stand de una organización que se dedicaba al cuidado de tigres y leopardos, donde por sólo 100 TBH (a modo de donativo) podíamos fotografiarnos con los bebés guepardo, experiencia única e irrepetible.


Seguidamente nos dirigimos en nuestro vehículo privado hacia el Parque Nacional de Erawan con sus 550 km. cuadrádos y sus 7 cascadas en cada uno de los niveles en que se divide el parque. La entrada al parque es de 200 TBH y se tarda aproximadamente unas 4 horas en subir hasta el último nivel y volver al punto de inicio.
Foto de Sergio.
Es recomendable ir a este parque en ropa cómoda y con la cual podáis meteros en el agua ya que cada cascada tiene su pequeño lago que invita a bañarse y nadar entre los peces y las caídas de agua.



Al principio los peces pueden dar un poco de reparo a la hora de meternos en el agua pero luego los grandes se van asustados por nuestra presencia y los pequeños se dedican a darte un masaje en los pies (si te quedas inmovil), cosa dificil ya que hacen muchísimas cosquillas, otra experiencia sensacional.


Las postales que contínuamente nos relaga este parque natural  son paradisíacas, y si no, valoradlo vosotros mismo; aquí os dejo algunas (os aseguro que no hacen justicia a la belleza de cada uno de los rincones que allí pudimos contemplar).


Tened mucho cuidado con los monos (suelen estar entre los niveles 3º y 4º) ya que se dedican a coger las bolsas a los visitantes para aprovisionarse de alimentos.


Para terminar la jornada nos dirigimos hacia Ayhuttaya (lo encontramos a través del buscador Agoda.es) donde nos espera la última pero sensacional sorpresa del día porque nuestro lugar de alojamiento resultó ser un sueño hecho realidad, se trataba de Bifern Homestay donde la calidad humana y profesional de la familia que regenta el lugar es inmensamente sensacional, recomendado 110%; además, el precio por habitación superior con aire acondicionado no superó los 1.200 TBH por noche, sensacional.


Tuvimos la suerte de degustar comida casera típica tailandesa, como son el curry rojo y verde con arroz, excelentemente cocinadas por la dueña del hotel ("Mami" para nosotros)....

Curry verde con arroz.

Curry rojo con arroz.
...y de poder relajarnos en este paradisíaco rincón tailandés y recuperar energías para poder proseguir nuestro viaje.


Un saludo.

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